domingo, 23 de noviembre de 2014

LA AVENTURA DEL PRIMER PAÑAL

LA AVENTURA DEL PRIMER PAÑAL

"I´m going on an adventure"
Bilbo Baggins
TU PAPA

Estábamos en la habitación de la clínica y tu solo tenias unas horas de haber nacido, tu mama estaba dormida en su cama, muy adolorida y extenuada por un trabajo de parto que había durado más de 10 horas y yo no había podido dormir en las ultimas 24. La cuna en donde te dejaron estaba al lado del sofá en donde se suponía yo iba a dormir... pero no pude! Veras hijo esa sensación que no me dejo dormir esa noche solo la he podido comparar con una cosa, el regalo del niño Dios.



Cuando era niño siempre esperaba con ansia la llegada del 24 de diciembre a las 12 de la noche pues esa es la hora en la que abríamos los regalos de navidad y había uno en particular que hacía mucho más larga la espera.... el regalo del niño Dios. Cuando eran las 12 y comenzaban a repartir los regalos, con el rabito del ojo yo miraba cuales de los regalos quedaban y cuál era su tamaño para ir adivinando si lo que me traía el niño Dios era lo que yo le había pedido con tanto anhelo en "la carta al niño Dios". Esa clase de espera tuve yo el día en que naciste y con tanto cuidado y devoción te trataba esa noche, así como un niño trata su regalo del niño Dios apenas lo abre, el resto del mundo deja de existir,  no quieres que nada malo le pase y te quedas todo el resto de la noche contemplándolo.

Bueno esa noche estaba yo pendiente de ti, que si estabas bien acomodado, que si estabas calientico, que si estabas respirando bien y entre cuidarte y contemplarte no pude dormir. De repente como a las 2 de la mañana llego una enfermera a quien vamos a llamar la "enfermera Rambo". Te preguntaras porque la enfermera Rambo,  primero tenía brazos del tamaño de los de Rambo, segundo era efectivísima como Rambo y tercero no hablaba sino lo estrictamente necesario... así como Rambo. Una de las pocas cosas que dijo fue, "al papa le toca cambiarle el pañal al niño". Y me corrió un escalofrió por toda la espalda, no solo por el tono de voz mandón de la enfermera Rambo, sino porque esa era la primera vez en mi vida que yo Nicolás Bahamón cambiaba un pañal.

Recuerdo una ocasión en particular en la que le había pedido al niño Dios un Super Nintendo. Yo tenía nueve años y recuerdo que le escribí la carta con mucha devoción, hice recortes de revistas en donde aparecía y se los pegue con colorcitos y todo a la carta, había averiguado el precio, $116.000 pesos costaba una consola de videojuegos de última generación, en esa época. Cuando llego el niño Dios esa navidad, tuve una sensación diferente en el estomago que no me gusto. Pasaron las 12 de la noche y comenzaron a repartir los regalos. Entre más mis primos y tíos iban abriendo sus regalos, mas se vaciaba la base del árbol de navidad y mi corazón latía con más fuerza. Hasta que llego mi regalo, mi primo el Negro grito con fuerza, "para Nico del niño Dios" yo fui por el despacio, casi no sentía las piernas, se me olvido que el resto del mundo estaba ahí y apenas lo tomé con mis manos sabía que no era mi "Super Nintendo" pues era uno de esos regalos, que se sienten blanditos por encima del papel. Salí corriendo hasta la cocina de la casa de mi abuela a abrirlo, para darme cuenta que mi regalo del niño Dios... era ropa.

Saque alientos para tomarte en mis brazos y con un poco de nervios comencé con la labor.

Primero te quite la pijama, para después proceder a quitarte el pañal etapa 0 (Así es hijo antes sabia de música, jugadores de fútbol y videojuegos. Ahora se de marcas de leche, tiendas para bebe y tipos de pañales). No sabía que paso seguía, tenía el pañito húmedo, el pañal y la pijama ahí al frente mío. Pero no hice nada, me quede paralizado por el miedo.... además de la inexperiencia, se sumaron mi estado zombie somnoliento y la mirada inquisidora de la enfermera Rambo. De repente la cosa más genial paso en esta aventura... me orinaste el pantalón.  "tiene frio" fueron las dos palabras que salieron de la boca de la enfermera Rambo, que me hicieron poner en acción nuevamente y culminar mi tarea con éxito.

Así como cuando en el colegio necesitas nota para pasar una materia y recibes ese examen con mala calificación que te indica que la perdiste, así me sentí yo en esa navidad. Por lo menos así me sentí hasta que mi papa "el Ton", fue donde yo estaba y me encontró llorando.

-¿qué paso Ton? - me pregunto

-Nada papi, todo bien- le conteste yo haciéndome el duro

-yo se que tu esperabas otra cosa Nico y créeme que a mi también me duele que el  niño Dios este año no te haya podido traer ese Atari que tanto querías-

Veras hijo Atari es una consola de videojuegos que salió hace muuucho tiempo, el control  tenía una palanquita negra y un solo botón rojo, las gráficas no eran muy buenas, pero los jueguitos eran súper entretenidos. Los papás de la época entendieron que así se iban a llamar en adelante toooodas las consolas de videojuegos, por eso tu escuchas cosas como "apague el atari que se le van a cuadricular los ojos" o cosas como "si no termina la tarea, no puede jugar atari"

Mi papa continuó

- Hay experiencias en la vida que son mucho más importantes que las cosas materiales Nicolás, tú te mereces tu regalo y no solo eso, te mereces mucho más en la vida, te mereces dormir tranquilo, te mereces aprender en la vida, te mereces comer bien, te mereces vivir la vida feliz, sin tantas cosas materiales hijo.  Tu mamá y tu hermana también se merecen su regalo y tal vez lo que tu pediste le complicaba el presupuesto un poquito al niño Dios. Pero mira, El también te trajo este regalo-

De repente mi papa saca de su espalda una patineta envuelta en regalo y recuerdo en ese instante que en la carta que le había escrito al niño Dios estaba como segunda opción... ¡una patineta!

Cuando yo era niño no teníamos dinero sino para lo necesario hijo, mis padres se forjaron de la nada y de la nada fueron construyendo su familia. No viví en un penthouse, ni estudie en los mejores colegios de Bogotá, ni me fui de vacaciones a Disney y nunca comí en Kokoriko o el Corral. Pero nunca a pesar de eso me falto techo, ni educación, ni un plato de comida y siempre tuvimos nuestro sagrado viaje anual a Melgar :´)

Por eso entendía lo que mi papá me estaba diciendo en ese momento y eso me hizo feliz, bueno no te voy a mentir hijo, la patineta ayudo un poco XD Pero en ese momento entendí por primera vez en mi vida lo que significaba estar agradecido, agradecido por mi vida, agradecido por mi mama, agradecido por mi hermana, agradecido por el Ton y por toda la familia. Incluso me sentí agradecido por la ropa que había recibido del niño Dios jejejeje

Cuando te cambié el pañal por primera vez en mi vida recordé esa navidad con detenimiento hijo, pues aunque nunca tuve la oportunidad de tener un Super Nintendo, esa noche te tuve a ti y te puedo decir con completa seguridad que la emoción es un millón de veces mejor y por eso siempre, toda la vida voy a dar las gracias. Por ti Cristóbal, siempre estaré agradecido. 

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